CULPABLE.
No recuerdo cuando fue
que abandoné la razón por la locura
siempre presta y oportuna
pero ciega, muda y cruel.
A medida que despierto
no me importa donde fue
recompongo sin acierto
mi figura en el pincel.
Asaltando mis entrañas
de asfalto, bourbon y hiel
una palabra de aliento
una caricia de miel.
Otra vez me levante
del frío y hundido suelo
la locura como anhelo
pero con razón de ser.